Lo prometido es deuda

Os estaríais preguntando donde estabamos mi receta y yo... Pues bien, vagueando. Porque este primer mes de vacaciones ha tenido mucho de eso, mucho. Ni siquiera hubo más recetas tras esta y eso que parecía que me estaba aficionando xD. Pero la cosa es que si que tengo ya en mente un par de cosillas más que quiero probar, asi que iba tocando pasarse por aquí.

De novedad esta el haberme sacado, al fin, el carnet de conducir. ¡Asi que festejemos! ¿Que mejor que un dulce para eso?

Bizcocho de frutos secos

Ingredientes:

* 125 g de mantequilla reblandecida.

* 1 cucharada de ralladura de limón.

* 275 g de azucar.

* 3 huevos.

* 225 g de harina.

* 1/4 de cucharadita de bicarbonato.

* 125 ml de leche.

* 1 cucharada de zumo de limón.

* 2 cucharadas de nueces picadas y 2 cucharadas de almendras picadas. (La verdad es que yo esto lo hago un poco así al gusto ^^)

* Cobertura: azucar glas y almendras laminadas o picadas.

Preparación:

Lo primero, como siempre, es ir calentando el horno a unos 180º. Para preparar el molde se puede forrar con papel de hornear pero yo prefiero el método de untar con mantequilla y espolvorear después con harina para comprobar que no se nos queda ni un huequito sin pringar. Un molde de unos 20 cm está bien, si es algo mayor o menor tampoco pasa nada, con la forma que más os guste o que tengáis a mano.

Para seguir mezclamos la mantequilla, la ralladura de limón y el azúcar en un cuenco pequeño, lo batimos con varillas eléctricas si tenéis y sino pues a mano como yo. (Necesito unas varillas. Mi brazo sufre.) La mezcla tiene que quedar ligera y esponjosa. Después vamos echando los huevos y batiendo entre cada uno de ellos.

Con una cucharada de madera añadimos los frutos secos, la harina, el bicarbonato, la leche y el zumo de limón. Cuando todo esté bien mezcladito lo vertimos en nuestro molde e igualamos la superficie de la masa, repartiendo después los frutos secos de la cobertura al gusto.

A la hora de hornear lo dejaremos en primer lugar 30 minutos, controlad que no se tueste porque no todos los hornos son iguales, y a continuación lo cubriremos con papel de aluminio antes de dejarlo 45 minutos más.

Y así de fácil, solo queda desmoldar, dejar enfriar sobre una rejilla y darle un toquecito con el azúcar glas antes de presumir de él. El mío causó sensación, pese a que los bizcochos están muy lejos de ser mi especialidad, así que animaos que es de los fáciles. ¡Y ya me contareis!

No han salido tan fotogénicas como me gustaría, pero ahí estan.